
Este vuelo se suma al histórico repostaje del 4 de junio, entre el mismo MQ-25 T1 y un F/A-18, que marcó el hito de la primera vez que una aeronave no tripulada reabastece a otro avión.
©Kate Lowry.
S T. LOUIS, 19 de agosto de 2021 — Boeing [NYSE: BA] y la U.S. Navy completaron la segunda misión de reabastecimiento de combustible entre un UAV MQ-25 T1 y un avión, en este caso un E-2D Advanced Hawkeye.
El pasado miércoles 18 de agosto, las aeronaves despegaron desde el Aeropuerto MidAmerica (St. Louis). Los pilotos del VX-20 (Escuadrón de Prueba y Evaluación Aérea de la Marina, Navy Air Test and Evaluation Squadron) volaron tras del MQ-25 T1 para garantizar la seguridad antes del contacto en húmedo con el E-2D.
“Una vez el MQ-25 esté operativo reabastecerá de combustible a todas nuestras plataformas con capacidad receptora, incluido el Hawkeye. Este vuelo acelera el camino para llevar el Stingray a la flota, donde su capacidad para repostar en el aire a otras aeronaves aumentará de forma notable el alcance y la flexibilidad operativa, tanto del Carrier Air Wing como del Strike Group». Capitán Chad Reed, Mánager del Programa Unmanned Carrier Aviation de la U.S. Navy.
El MQ-25 StingrayTM será asignado al Carrier Airborne Early Warning Squadron, dentro del Carrier Air Wing, que actualmente opera los aviones E-2C Hawkeye y E-2D Advanced Hawkeye, conocidos como los «digital quarterback» de la flota por su rol en gestión de mando y control.
«Éste ha sido otro gran vuelo, demostrando que nuestro diseño del MQ-25 se está comportando según lo planeado. Estos dos vuelos de reabastecimiento de combustible ya históricos han proporcionado una increíble cantidad de datos, que retroalimentamos en los modelos digitales del avión para asegurarnos de que la aeronave que estamos produciendo será un punto de inflexión en la U.S. Navy y el Carrier Air Wing». Dave Bujold, Director del Programa Boeing MQ-25.

Ésta es la segunda misión de reabastecimiento aire-aire que el Team MQ-25 ha realizado este verano. El 4 de junio, el activo de prueba MQ-25 T1 se convirtió en el primer UAV en repostar a otro avión, concretamente un Super Hornet de la U.S. Navy. Ambos vuelos se realizaron a velocidades y altitudes de operación, tanto con el E-2D como con el F/A-18, realizando maniobras a poca distancia del T1.
Boeing está fabricando actualmente los dos primeros de los siete UAVs de pruebas que figuran en el contrato, además de otros dos activos para los test en tierra. El MQ-25 T1, propiedad de Boeing, es un predecesor de estos aviones.
El Stingray está aprovechando los avances en la ingeniería y diseño basados en modelos digitales. Los vuelos en curso están destinados a probar el rendimiento de las aeronaves de forma mucho más precoz frente a otros programas tradicionales.
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